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T E G U C I G A L P A

En esta primera etapa del blog encontraremos los resultados de trabajos de investigación realizados en las clases de Urbanismo y Ambiente I y II de la Facultad Arquitectura de la Universidad Católica de Honduras. El crecimiento urbano de Tegucigalpa en diferentes periodos de tiempo hasta el día de hoy. Posterior a este primer paso seguiremos actualizando y agregando información del crecimiento urbano de varias ciudades de Honduras.

domingo, 24 de abril de 2011

CRECIMIENTO URBANO – DESARROLLO HUMANO

El crecimiento de las ciudades es un hecho que debe medirse entre otros en términos urbanos, económicos y sociales. “Planificar el sitio es el arte de ordenar edificios y otras estructuras sobre el terreno, armonizando unas con otras”. Los lugares bellos que conocemos parecen haber nacido de forma espontanea y, en cambio, zonas recientemente planificadas nos resultan feas e incomodas. Si esto es así ¿por qué planificar?. Parte de la destreza de los diseñadores del terreno consiste en la experiencia acumulada de conseguir sus objetivos.

El planificador constantemente comprueba el entorno (medio ambiente) y el cumplimiento de los planes trazados ¿Se ha conseguido una comunicación social? ¿Cómo ha cambiado el microclima? Solamente ahora estamos empezando a conseguir análisis sistemáticos de trabajos anteriores que con el tiempo se convierten en un cuerpo de datos en constante evolución, sobre las relaciones entre objetivos y formas. Kevin Lynch, 1962.

Pero…...¿Cómo se fundan las ciudades?
¿Que hace que un lugar del territorio, de un verde valle o de un fresco paraje, rodeado por ríos y montañas, se transforme en un poblado y luego por su crecimiento e importancia social, económica y política, en ciudad?

Nuestras ciudades encierran su pasado histórico dentro de su actual crecimiento, contrastando la belleza de sus obras de arte arquitectónicas con la modernidad de los nuevos tiempos.

No será extraño ver, cerca de edificios de carácter histórico, con más de quinientos años de historia, la presencia moderna y erguida de edificios de imponente arquitectura contemporánea, desde un modernismo conservador, hasta un deconstructivismo extremo, creando el contraste que proviene del crecimiento de nuestras ciudades y la aparición de materiales y procedimientos novedosos, audaces y de gran costo, y a veces, de poca utilidad.

No dejamos por esto de maravillarnos ante las grandes catedrales latinoamericanas, testigos fieles de nuestra historia, nuestros rezos, nuestras tragedias, nuestras esperanzas.

La presencia silenciosa de estructuras autenticas, cuyas paredes de sillería de piedra de un metro de ancho, bóveda catalana, cañón corrido o medio punto, pisos decorados, cielos pintados a mano, parte esencial de la arquitectura religiosa de conventos, iglesias y monasterios de las queridas ciudades latinoamericanas, que vistas desde miradores naturales deleitan con el color y la textura de la teja barro decorada por el musgo que adorna nuestros techos típicos.

El desarrollo nos ha dejado recorridos inmejorables, en donde la audacia y la velocidad de sus habitantes dan vida a las grandes autopistas que a su vez destacan en el trazado de nuestras ciudades, dejando reducido a bloques históricos, los materiales propios de los siglos XVII, XIX y principios del XX, como no mencionar los adorables empedrados.

Sin disminuir el aporte valioso del crecimiento urbano, contribuyente principal del desarrollo social y económico, todos los actores de este proceso debemos apoyar nuestras ciudades, sin olvidar que el crecimiento humano está ligado a este proceso en la medida en la que forme parte de él.

“Ahora entre palacios de piedra rosada y verde y entre el perfil de la moderna arquitectura que ambiciona los espacios, quedan como una reliquia de los tiempos idos, sus casonas de aleros anchos y mugrientos, sus conventos transformados, sus viejos templos de singular belleza y sus rincones mas íntimos con sus estrechas callejuelas pobladas de silencios y recuerdos borrosos ya por la patina del tiempo”. José Reina Valenzuela. 1975

DECANATURA DE ARQUITECTURA. Universidad Católica de Honduras.
Abril 2011